Este paseo marítimo era el pasaje obligado para llegar a cualquier punto, no porque fuera el unico, sino por el encanto que tenía.
Por esta costa tan hermosa encontramos un lugar para cenar la primera noche, fue algo inolvidable, pero el servicio y por la comida, y el hecho de estar cenando y contemplar el mar, y todas esas personas turistas o locales, paseando con tan disfrute, era algo sonado.
En el segundo día, salimos rumbo al centro comercial, por donde ya habíamos pasado al venir de la estación de autobus, que por cierto no comente, que era una estación supermoderna,
En esta avenida principal, hay varias escaleras mecánicas con unos jardines y espacios para sentarte, esto facilita mucho el desplazamiento de las personas, y favorece a las tiendas, ya que cualquier puede acceder a ls calles más altas y sus tiendas, esto es digno de una ciudad en el primer mundo, donde sus habitantes son su prioridad. Llegamos a un punto y nos sentamos a disfrutar de la gente pasar, y ver esta maravilla, que ha sido inaugurada hace muy poco tiempo.
Esta ciudad nos impacto mucho, en especial al regreso de Portugal, que ha quedado muy atras en el tiempo, conserva los encantos de pais con historia muy rica, pero esta en cambio, es funcional y un placer recorrerla.
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