Mi camino era este, llegar a Carcacia |
El gran día de ir por nuestro Rebollo llegó, y salimos temprano rumbo al tren, después de muchas averiguación y preguntar a muchos, como la oficina de turismo, que me respondió muy negativamente, y primero no tenia idea de donde quedaba, lo único que nos brindó fue un teléfono de la parada de taxi, la cual no nos servía de nada ya que no tenemos servicio de teléfono.
También le envié un mail a la compañía de buses que va de padrón a Carcacia , y si respondieron rápido, sirvió de prueba de que si había un servicio de buses.Luego de esto nos quedaba la posibilidad de tomar un taxi y que costara lo que fuera, así que al bajar del tren yo sabía de un hotel justo en la estación y nos dirigimos cruzando la via del tren, pero no le agrado mucho al conserje de que no éramos sus clientes. Según nos dio a entender llamó a varias compañías y ninguna nos podría llevar, pues comenzamos a caminar en dirección al pueblo de Padrón, con el beneficio de que ahora contábamos con un mapa de la ciudad que conseguimos en el hotel.Volvimos a cruzar las vías del tren, y a las dos cuadras, a Carlos le entraba la angustia de no saber a donde íbamos, y le pregunto a una vecina que venia cargada con la compra, pero sin pereza ninguna y luego de explicarle en pocas palabras nuestro interés genealógico, y que no teníamos a nadie para visitar en dicho lugar remoto y alejado de la mano de Dios, y que solo era por un par de fotos, se devolvió hasta un bar, dejo sus pesadas bolsas con los víveres, en la primer silla que encontró en el bar de Paco. Ella en mitad gallego y mitad castellano, le explico a Paco, nuestro interés, y el no precisó más, tomo el teléfono y con la participación de los parroquianos que opinaban el respecto, llamó a varios taxis y recibía la misma respuesta todos estaban ocupados, hasta que localizó a uno que luego de hacerle una breve reseña de los intereses míos, y que regresáramos al mismo lugar a su local, accedió.Resulto, que Paco tenia familia en Argentina, y savia de el deseo de todos conocer las raíces, y nos conto de las andadas de sus propios familiares que emigraron hacia America.
Luego de unos minutos de espera llagó muy apurado y nos dejó saber que no tenía mucho tiempo para ofrecernos, que estaba ocupado. El viaje lo realizo a buena velocidad, por una carretera que serpenteaba al borde de un camino con muchos árboles en especial eucaliptos lo cual se percibía el aroma, tan conocido de nuestro querido Uruguay, Padrón esta en un valle rodeado de montañas, y Carcacia queda en una zona más elevada, así que podíamos ver precipicios desde la carretera. Pronto dijo ya estamos en Carcacia, mi emoción se acrecentaba quería plasmar las imágenes en la cámara, pero los grandes arboles no me permitía ver algo mas que verde, de tanto en tanto divisaba una casa, pero de repente pareció la silueta de la Iglesia tan esperada, que tantas veces vi en fotos.
Fue una gran emoción y responsabilidad sabía que tenia que transmitir a mis primas, todo aquello que tanto nos ha dado para elaborar y soñar, de poder estar en la tierra, de aquel antepasado nuestro que seguramente, caminó y asistió a esta iglesia tan antigua. Esas piedras con ese color y ese musgo blanquecino resultado de un clima húmedo, demostraba sus siglos de historia.De repente sonaros las campanas, me sorprendió y agradezco que quedó plasmada en la grabación. La iglesia está rodeada de lapidas, de muchos enterramientos, pero nada que me pudiera ayudar en mis pesquisas ya que eran muy recientes.De regreso nos dejo en el bar de Pepe nuevamente era una promesa a quien nos brindó su ayuda, también nos había contado que su familia había emigrado a Uruguay y vivían en Montevideo, en fin el también se sentía identificado con nuestro interés en localizar a sus antepasados. Para mi gran sorpresa también nos informó que la Iglesia tenia un párroco colombiano, y ya tomo su teléfono y comenzó a llamar a su cura, pero no contesto, así que me dio el número y el nombre.Mientras el revolvía una gran olla en la cocina y le seguía agregando ingredientes, conversaba, iba i venia muy ansioso por compartir su historia de emigrantes en la familia, y intentar aportarme datos, también comentaba con los clientes que llegaban, y de golpe se acerca alguien y me dice , pero este es de Carcacia, oi vos no has oído de algún Rebollo, Rajoy?, y me dice a mi, pues este es el que limpia el cementerio, no habrás visto alguna lapida con esos nombre?, a lo cual contesto negativamente.Mientras tanto que yo conversaba con Paco y sus parroquianos, Carlos afuera, que nos habíamos sentado en una mesa a comer un sándwich y un rico cafe, conversaba con otro servicial y conversador, vecino, con el el tema era trenes y el regreso a Santiago, lo que le preocupaba mucho a Carlos, también de que ir a ver al pueblo.
Monumento a la mujer del campo |
Luego de unos minutos de espera llagó muy apurado y nos dejó saber que no tenía mucho tiempo para ofrecernos, que estaba ocupado. El viaje lo realizo a buena velocidad, por una carretera que serpenteaba al borde de un camino con muchos árboles en especial eucaliptos lo cual se percibía el aroma, tan conocido de nuestro querido Uruguay, Padrón esta en un valle rodeado de montañas, y Carcacia queda en una zona más elevada, así que podíamos ver precipicios desde la carretera. Pronto dijo ya estamos en Carcacia, mi emoción se acrecentaba quería plasmar las imágenes en la cámara, pero los grandes arboles no me permitía ver algo mas que verde, de tanto en tanto divisaba una casa, pero de repente pareció la silueta de la Iglesia tan esperada, que tantas veces vi en fotos.
Cementerio de la iglesia |
Fue una gran emoción y responsabilidad sabía que tenia que transmitir a mis primas, todo aquello que tanto nos ha dado para elaborar y soñar, de poder estar en la tierra, de aquel antepasado nuestro que seguramente, caminó y asistió a esta iglesia tan antigua. Esas piedras con ese color y ese musgo blanquecino resultado de un clima húmedo, demostraba sus siglos de historia.De repente sonaros las campanas, me sorprendió y agradezco que quedó plasmada en la grabación. La iglesia está rodeada de lapidas, de muchos enterramientos, pero nada que me pudiera ayudar en mis pesquisas ya que eran muy recientes.De regreso nos dejo en el bar de Pepe nuevamente era una promesa a quien nos brindó su ayuda, también nos había contado que su familia había emigrado a Uruguay y vivían en Montevideo, en fin el también se sentía identificado con nuestro interés en localizar a sus antepasados. Para mi gran sorpresa también nos informó que la Iglesia tenia un párroco colombiano, y ya tomo su teléfono y comenzó a llamar a su cura, pero no contesto, así que me dio el número y el nombre.Mientras el revolvía una gran olla en la cocina y le seguía agregando ingredientes, conversaba, iba i venia muy ansioso por compartir su historia de emigrantes en la familia, y intentar aportarme datos, también comentaba con los clientes que llegaban, y de golpe se acerca alguien y me dice , pero este es de Carcacia, oi vos no has oído de algún Rebollo, Rajoy?, y me dice a mi, pues este es el que limpia el cementerio, no habrás visto alguna lapida con esos nombre?, a lo cual contesto negativamente.Mientras tanto que yo conversaba con Paco y sus parroquianos, Carlos afuera, que nos habíamos sentado en una mesa a comer un sándwich y un rico cafe, conversaba con otro servicial y conversador, vecino, con el el tema era trenes y el regreso a Santiago, lo que le preocupaba mucho a Carlos, también de que ir a ver al pueblo.
Así fue al rato salimos rumbo el centro del pueblo, conocimos un par de cosas y ya regresábamos porque le habían dicho que teníamos otro tren anterior al que nosotros habíamos averiguado.Conocimos una iglesia y el jardín botánicoEn la estación del tren había una muchacha que, hacia el camino de Santiago, pero como ya tenía los 100 kilómetros reglamentarios para la compostelana, ahora podia tomar el tren h llegar más temprano a la Catedral.Esta chica era inglesa, y era parte de un grupo, de mujeres que venían con un servicio contratado que te lleva las maletas hasta el próximo hotel o hospedaje, y así no tenes que cargar con lo más pesado.Con las personas que he podido comentar que hacían el camino, todos coincidían que era muy duro.Así completamos parte de un deseo, aunque no logré información ninguna, si hice contacto con el sacerdote del pueblo, lo cual me llevó a un uruguayo que vive en uruguay, relacionado con los Rajoy, y estamos en contacto por si surge algún parentesco.
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