martes, 23 de enero de 2024

Ultimo día en Oporto 2023


Con un espléndido desayuno, compramos entradas para visitar la biblioteca Lello, considerada una de las más bellas del mundo, construida en 1898, salimos rumbo a la misma.
 De camino a dicha, nos topamos nuevamente con la estación the San Bento, bien concurrida y famosa por sus azulejos de la entrada, algo magnífico. Luego llegamos temprano a la biblioteca y nos sentamos a tomar una cerveza y una coca cero.

Estacion de trenes San Bento



 El mundo de gente era de no creer, las colas se formaban de acuerdo a la hora marcada en la entrada, que había que escoger cada media hora, pero las personas se formaban mas de media hora con anhelación. 
 






 Por dentro era un sueño, repleta de personas eligiendo libros en muchos idiomas diferentes, si comprabas un libro te descontaban la entrada.

Cuando salimos tomamos rumbo el puerto, pero antes nos detuvimos a almorzar unas francesitas, un sándwich típico de oporto, y acompañado por otra cerveza y coca cero.
Después de haber degustado ese rico sándwich relleno de carne, chorizo y morcilla, con una salsa por encima todo cubierto de muzarella. seguimos en bajada hacia llegar el puerto, otro mundo de gente, unos en restaurantes almorzando, otro haciendo cola para un paseo en botes, otros solo caminando y sacando fotos, así como nosotros, sorprendidos de todo lo que veíamos. Caminamos un buen rato, cruzamos el puente Luis I, construido entre 1881-1886, por la parte baja, por la parte alta pasa el metro. Del otro lado del puente había música en vivo, muy lindo tocando música americana.
Otro espectáculo es ver a unos jóvenes tirándose del puente, y caminaban por la baranda del mismo, y hacían de esto todo un show, para luego pedir plata.
Intentamos tomar un taxi para regresar, pero era imposible, el tráfico era un caos, paraban donde les parecía y la policía no hace mucho, así que paso a paso llegamos al Metro.
Luego de cenar un rico pollo al espiedo con ensalada, y unos higos de postre, descansamos un poco, acomodamos la valija, y fuimos en busca de una farmacia, la cual no tenía glucosa, pero conocimos un centro comercial, por el que habíamos pasado muchas veces, pero la fachada era de un edificio antiguo, y nunca nos dimos cuenta que escandia un hermoso centro de varios pisos y con un supermercado, pero es así cuando uno no conoce la ciudad, caminamos y vimos otro ambiente, la música en vivo en todas las cuadras, de la calle Alegria. El taxi que nos trajo cuando llegamos nos dijo que era la calle de la alegria para las mujeres, y de las lágrimas para los hombres, compre unos regalitos mas y felices regresamos a terminar de acomodar todo y dormir temprano.

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