Pues regresamos de Avila muertos del cansancio, así que bajamos al restaurante de al lado del hotel y cenamos algo, para ya concluir el día, no sin antes ir a comer un heladito en la plazoleta de atrás del hotel, y contemplar como la vida sigue y la gente recién esta yendo a cenar, cuando nosotros estamos prontos para ir a descansar, los horarios de los españoles son un poco diferente a los nuestros, pero no molesta, sino que mas bien entretiene.
Al otro día seguimos recorriendo la gran ciudad, y nos detuvimos en una plazoleta frente al palacio Real, que nos gusta mucho y nos dimos cuenta de que estaba llegando gente de nuestra edad y mayores para hacer ejercicio, y nos gustó la idea de probar, así que nos levantamos del banco y unos pasos más nos colocamos a ver cómo era esta experiencia.
Una maravilla de compartir esto con estas personas que no se conocen entre si, solo algunas, pero no importa todos tenían un común denominador, mantenerse agiles y hasta sociabilizar, algunos con grandes dificultades de movilidad.
Tambien otro paseo fue entrar al edificio del Ayuntamiento de Madrid, Palacio Cibeles, donde funciona un museo, y donde se observa la belleza del edificio que fue construido en 1904, fue originalmente palacio de correos y comunicaciones.
Y así finalizaba la visita a Madrid y nuestro viaje, que deseosos de regresar a la casa, y comenzar estos recorridos y este viaje tan maravilloso, sera difícil olvidad.
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