lunes, 14 de octubre de 2019

Ultimo dia en Ginebra


Anoche llovió a torrentes, pero hoy amaneció muy lindo, con calorsito, y nosotros prontos a caminar. Primero a desayunar que esta incluido, luego hacer el chek in, salimos en busca del barrio viejo tomando el barquito que te cruza, y su catedral, aunque creo que no era católica sino protestante, no estoy muy segura, disculpen. La parte antigua estaba en una colina, así que patitas pa que te quiero, en calles intrincadas, y varios miradores. También el banco según dicen, mas largo del mundo, con una panorámica de la ciudad, muy hermosa. Recorrimos y admiramos varias particulares edificaciones, no conozco mucho los personajes importantes.
Luego fuimos bajando, y nos detuvimos a tomar un café, y poder ir al baño, un café muy simpático, con una terraza, en lo que era parte de la escalera, difícil explicar, pero en cualquier espacio, hacen un restaurante.
El hotel esta muy cerca de todo, vinimos en busca de la oficina de turismo, y conocimos otro barrio al lado del hotel, muy concurrido, y donde estaba el edificio antiguo del correo. En la oficina nos dieron otro mapa mejor con mas detalles de los edificios, y queríamos preguntar para ir a las Naciones Unidas y el edificio de la Cruz Roja, que fue acá donde se fundo.


Pero antes compramos algo de comer, y pasamos por el hotel a dejar las camperas, ya estaba caluroso, descansamos unos minutos.
Ahora rumbo a los lugares que queríamos conocer, y un detalle curioso, es que vimos que no había maquina para marcar tu boleto, y nosotros llevábamos en la mano el de cortesía que te dan en los hoteles, y luego me informo el  conserje  donde estamos, que es cuestión de confianza, se paga por mes o por año, y solo si sube un inspector te lo piden, claro la multa es alta, y no vale si lo compras cuando ya estas subido en el transporte. Los podes comprar en maquinas o por teléfono. Que maravilla, el decía que hay gente que viajan sin pasaje, pero que a la larga pierde esa gente.
Luego de cenar una comida muy rica, con postre de una tarta de crema, aprontar las valijas, salimos a caminar de noche y ver las luces.




Un espectáculo increíble es la rambla toda iluminada, el chorro con una luz verde, que parecía mágico, compramos un heladito, y seguimos caminando la rambla es larguísima, ya que el lago Leman es como un mar tiene forma de un croissant, y tiene 580 kilómetros cuadrados, el agua es de una limpieza, parece mentira con la cantidad de personas que habitan sus costas.


 Los cisnes son hermosos, y no le tienen miedo a las personas, así que nos sacamos fotos bien al lado de unos de ellos.
En la caminata descubrimos un muelle, con un puente donde podes sacar fotos bellísimas, también tiene un restaurante, y una playa, donde hay chatas para tirarte, un tobogán al agua para los niños y un trampolín, claro ahora era de noche y solo estaban las parejas o amigos, sentados a la orilla. También en la punta hay un pequeño faro, creo que es solo de adorno. Pues seguimos casi hasta al final, donde vimos gente haciendo gimnasia. En la rambla era como si fueran las dos de la tarde, grupo de gente reunidas, parecía que comenzarían a correr o hacer algún deporte, gente en bici o corriendo, algo muy agradable el broche de despedida.




Esta lleno de hoteles y restaurantes de lujo, con coches del mismo calibre, todos los edificios iluminados fue una caminata mas larga de lo que habíamos planeado, yo no lleve para sacar fotos.
Bueno gente se termino lo que se daba, nos regresamos a la vida diaria, muy contentos y maravillados de las trece ciudades donde hemos estado, ahora a descansar ya que nos levantaremos a las tres de la mañana. Un beso grande y a soñar con el próximo.




Por mas fotos visitar: Fotos de Ginebra

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