Hoy pretendíamos ver lo que nos quedo ayer, y tener un día mas calmado, queríamos hacer la ruta que te sugiere la oficina de turismo, ya que el primer día, nos deslumbrábamos con cada una de las cuadras. Imposible seguir
una ruta, primero porque las calles van serpenteando y te enamoras de otro edificio, de otro cartel curioso, de los que mostraban el oficio del que vivía. Encontramos una cuadra de pescadores, todos los carteles, e incluso incrustado en la fachada,
un pes, algo tan hermoso.
En las primeras dos horas de caminar, no pasamos por ninguna calle que ya hubiéramos visto, llegamos a la casa donde nació el escultor que hizo la estatua de la libertad, Bartholdi, una casa hermosa con otra escultura de el,
que representa, el trabajo manual, que es lo que mueve el mundo.
También pasamos por una galería de artesanos, en lo que mas me detuve fue los tejidos, chales de mohair, unas bellezas, pero los precios también lo eran.
Descubrimos rincones que te enamoran, en un baño me puse a conversar con una americana, que también esperaba su turno, era de Carolina del norte, que también no podía dejar de sacar fotos, dice que aunque había leído sobre el lugar, no se imaginaba lo belleza
que era.
Estamos muy contentos de como ha salido todo, un poco asustados con el gasto, ya que se sienten los dos días extras en Paris, pero bueno no nos quejamos, yo trato de no mirar mucho las vitrinas, pero las casas de manualidades,
se me meten en medio, y las lanas ni les cuento.
Pero en la tarde y noche esto se aquieta rápido, y también el frío se siente, y aprovechamos para descansar y seguir con fuerza
mañana, yo me compre un café de maquina para probar una torta típica, es como un bizcochuelo, me tengo que contener, hoy tenia el azúcar muy alta. Un beso a todos y gracias por estar de ese lado
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