Amaneció fresco y bajamos a desayunar en el hotel, en parte porque no hay mucho restaurante en esta zona, así que salimos bien comidos hacia la parada del tren. Salía uno en 10 minutos así que maravilla, unos 40 minutos de
viaje, con paisajes verde obscuro en las lomas de las montañas, y un verde claro, salpicado de casitas blancas de techos de tejas. Mucho plantío de maíz, y unas casas como chozas que no pudimos ver si era para animales, parecían asentamientos, pero dudo que
sean.
Un detalle que siempre me olvido de comentar es que ya
lo hemos visto en todas las estaciones, un camino de tres rallas de cada lado de un sendero, que comienza en la entrada de la estación, y se dirige a cada entrada a las diferentes plataformas, y es para ciegos, que con el bastón, van sintiendo los bordes de
dicho camino, algo impresionante e ingenioso, lógico que han de precisar asistencia para saber donde se tienen que dirigir, lo vimos usar por un invidente.
En la misma estación nos proporcionaron un mapa y explicación de como llegar a las dos atracciones mas visitadas. La Catedral, dedicada a la Virgen María, que tenia un estilo como la Sagrada Familia, solo que esta es mucho
mas antigua. Cobraban para entrar y la cola era de varias cuadras, así que en cambio entramos en un museo que tenia restos arqueológicos de la misma Iglesia, realmente maravilloso, ver pinturas de 1550, estatuas también de mucha antigüedad, muchas dañadas,
estaban separada en diferentes salas, por su antigüedad. Unos muebles y baúles de un trabajo extraordinario.
Luego de caminar por diferentes calles a cual mas hermosa, tiendas de manualidades, el ave que representa a toda Alsacia, es la cigüeña, así que la ves en todo timo de manualidad.
Luego llegamos a otra maravilla que es la Pequeña Francia, es parecida a lo que vimos acá en Colmar, a orillas del rio, pero la diferencia es que acá todas las casas son de la época del medio evo, muy bien conservadas, llegue
a cansarme de sacar fotos, y estoy segura igual no le hago justicia.
Seguimos caminando por diferentes calles y también entramos a la Galería de Lafayette que por cierto no vi muchos precios, fui al baño, parada obligatoria, claro no podría compran nada no tengo espacio en la valija..
Bueno ahora luego de cenar estamos tomando un chocolate caliente y a descansar para
mañana seguir recorriendo lo que nos queda acá. Me duelen todos los huesos, pero ya me repondré, extraño
mi sillón.
Por mas fotos visitar : Estrasburgo, Francia
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