El boleto del bus decía que había que estar media hora antes, pero como a esa hora hay mucho trafico todos coincidimos en estar antes. Luego de tomar unos mates con Julio y dar los últimos agradecimientos, partimos en el auto
de Julio, y ella y Romain se quedaron, ella muy emocionada y dando gracias de que hicimos tantos kilómetros para venir a verlos.
El primer día Carlos y Julito, fueron a investigar donde pararía el bus, que se veía claro en Google, pero para estar tranquilos. Llegamos a la conclusión que no había duda ninguna.
Llagamos a lo que era una parada, en el medio de la nada, sin ningún cartel indicador y con buses llenos de excursionistas que llegaban, en algunos casos los esperaba guías turísticas. Y nosotros extrañados que llegaron las
nueve y seguían pasando las minutos y nada de ver mas pasajero o el bus ALSA. Pues a las nueve y 25 aparecía a la distancia uno de esos buses que ya hemos tomado en España, y si era que alegría, ya no mas esperar, pero el chofer tomo por una senda donde no
podría detenerse, le hicimos señas y nada el concentrado en el transito creo que ni nos vio, no podíamos salir del asombre, y Julio dice, suban al auto y lo seguimos, así hicimos a la corrida, subir maletas y todo, como vale Julio corrí a donde originalmente
el pensó seria la parada, pero ni señal del bus, regresamos creyendo que se daría cuenta de su error, y regresaría a la parada, pero nada, lo que encontramos otros dos matrimonios mayores, preguntándonos en Inglés, y que habían ido a la parada del tren primero
y los mandaron acá mismo. No podíamos creer intentamos llamar a dos teléfonos que venían en el boleto de ellos y estaban fuera de servicio, les aseguramos a ellos que no era una empresa fantasma, que nosotros la habíamos usado en España
Les agrego a posteriori, que Alza se negó a devolvernos los pasajes
argumentando que el bus salió en hora, si pero no dicen de donde salió, por cierto de la parada donde estábamos las siete personas, no fue, lamentablemente no recomendaría esa empresa fantasma.
Las otras personas varadas, resultaron ser americanos de Boston, así que les di mi teléfono para que me contaran como termino su viaje. Nosotros fuimos con Julio a la estación de trenes, y ya en una hora y media salía uno local con cambio en Marsella, si ese mismo dos de jubilados, le dijimos.
Despedimos al pobre Julio que se fuera a su casa, y nos sentamos a tomar un café, al poco rato llegaron los compañeros de bus, y también sacaron el mismo con conexión, la cosa es que todavía no sabemos si lo pudieron tomar,
ya que era medio rápido que tenias que ir de un anden al otro, primero los vimos que venia uno de ellos y luego se dio vuelta, pero estábamos en un berenjenal de gente y maletas, que fue imposible ni ir, ni avisarles de ninguna forma.
Así que ya estamos pasando por paisajes soñados cerca de la costa y de tanto en tanto se divisan montañas, un mundo de personas, y muchos hasta sentados en el suelo, niños que corren entre las valijas que no hubo donde poner,
y están dispersas por el corredor, a nadie le parece importar estos infantes juveniles de unos cuatro o cinco años, que les parece estar en la montaña rusa.
Julito nos preparo tortilla y tarta de manzanas, para el viaje, no se puede pedir mas de esta pareja querida, que nos han atendido con todo mimo. Los dejo va ha parar el tren y quisiera preguntar si para cerca del aeropuerto
que es donde nos dejaría el bus.
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