En Valencia
Bueno estamos pasando muy lindo en la casa de Gerardo, conversando a más no dar, no le damos oportunidad a Carlos a pasar un comercial.
Ahora mientras yo pongo mis pies para arriba, que hoy caminamos muchísimo, ellos están haciendo una paella que huele riquísimo, ya les haré más cuentos en cuanto se terminen, los cuentos. Nosotros poniéndonos al día de tantos años que no nos vemos, recogiendo los frutos del cariño que le tuvo a papá y mamá y el amor que le tiene a Laura. Es un muchacho muy estudioso, que hace años se habiha ido del Uruguay, vivio en Londres y España donde tiene familia, sus padres son españoles, luego regreso al Uruguay a estudiar mas, y hace poco regreso a España.
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Y ahora el helado en Valencia
Ya terminamos la paella que no quedó nada, y ahora a esperar el café y el helado, estamos pasando lindisimo.
Hoy dimos una vuelta por la parte vieja de la ciudad, no les puedo contar con detalles lo que veia ya que no parábamos de conversar con Gerardo, luego de tomar el segundo café, pasamos por la Catedral, hermosa y bien antigua, nos sentamos a descansar en un muro, y se nos acercó uno de los tantos africanos que pululan vendiendo algo, y un momento antes habíamos comentado, como se esfuerzan en ganarse un peso, en vez de solo pedir, y nos pusimos a conversar, hace un mes que está en España, era de Senegal, solo hablaba francés, así que Gerardo era el intérprete, yo le decía que los admirábamos ya que sabemos lo que es ser emigrante, luego nos contaba que hacía cuatro años no veía a su mama, en fin larga charla de lo que significa estar lejos de su tierra, pues no le compramos nada, e igual se saco una pulsera que él usaba, y me la regaló, yo casi lloro, alguien que no tenía nada, supo compartir, generosamente, nos alejamos, pero Carlos se dio vuelta y le dio 20 € nos quedamos helados, pero su razonamiento nos conmovió, no me hace mal privarme de unas cervezas, y el que no tiene nada, no titubeo en compartirlo.
Luego en el mercado central, compro la consabida mortadela, queso e higos para mí, se puso a conversar con la vendedora, que será otro capítulo, falto que se sentarán a tomar algo, charlando de el trabajo de las vacaciones, pero bueno ya saben cómo es el.
La gente te toma el tiempo para charlar, y como hay tantos emigrantes, ellos nunca saben si vivís en el país o estas de visita, eso me he dado cuenta, que después de charlar mucho algunas veces te preguntan si vivís en la ciudad, lo que me hace pensar que están tan acostumbrados a los distintos acentos del español. Y mientras nosotros estábamos de charla con la señora, Gerardo que había salido a fumar, se puso de charla con unos chilenos.
El mercado Central es un bello edificio que se comenzó su construcción en 1914, muy lindo conservado y con productos de muy buena calidad, en 2004 se rehabilito.
Mercado Central |
Estación de tren Norte |
Centro de las Artes y las Ciencias |
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