Lindo haberlo vivido para poderlo contar Málaga Granada
Ya vamos por la mitad del viaje en autobús, siguen los olivares, pero ahora el paisaje es montañoso desde el arranque, a diferencia del camino Sevilla-Málaga, el chofer no parece apurado y eso me da intranquilidad, y como estamos al fondo del bus, tampoco veo si la carretera es peligrosa, les confieso que me daba un poco de miedo el viajar así y no en tren, pero no es una mala la experiencia.
Hemos contemplado algunos caseríos abandonados, de los que hemos visto muchos vídeo sobre este fenómeno, que se despueblan las comarcas, algunas más que otras, la gente se muda a las ciudades grandes, por trabajo y deslumbrados de una vida más activa, y luego otros se vuelven a los pueblos en busca de una vida tranquila y saludable, lo malo que en ese ir y venir, los pueblos no pueden mantener los servicios como escuelas, o vida social, por lo que se van avejentando la población, y es difícil recuperar la vida en esos lugares.
Hay lugares que te dan muchas facilidades, para que gente joven con hijos o pensando en tener, se vuelvan a los pueblos, y así no perder para siempre su vida.
El autobús es una maravilla de confort, casi hasta más espacio que en los aviones, por ese lado estamos contentos, y de ir viendo el paisaje montañoso al cual uno no está acostumbrado y llama la atención más aún.
Otro paisaje maravilloso es ver en las montañas de una tierra rojiza, cuevas donde hemos sabido que la gente siempre vivió, y hoy en día se siguen construyendo sus casas.
Llegamos a Granada, para escuchar de boca del taxista, que no hay más entradas para la Alambra, luego el del hotel confirmó lo mismo, nos dijo que a las doce de la noche ponen si hay cancelaciones, así que esperemos.
Salimos a caminar por orillas del río Darro, y casi llegamos a la misma Alambra, que es una buena caminata, pero yo la miro y me da una rabia, no quiero ni ver fotos jaja, hay mucho para ver y tendremos que conformarnos el que no sabe no sabe.
Al bajar del bus, ya compramos los pasajes para Valencia, porque si seguimos dudando nos quedaremos sin el expreso, que son solo jaja solo siete horas. El bus que veníamos no paro para nada, y era buen cómodo, así que a conformarse y yo ya compre una revista, compraremos más y este si me imagino parara.
Bueno los dejo saldremos a otra caminata, el hotel muy lindo con cafetera, así que estoy en las mías, muy bien situado y como dije mucho para recorrer.
Logramos las entradas
Logramos comprar entradas, claro solo para los jardines, pero algo es algo, hay un montón de variedades, también visitas nocturnas, paro las que más nos gustaron fueron los jardines, son de tres edificios, el recorrido según explica es de dos horas, así que estamos contentos de igual manera, yo ya me imaginaba sin poder conocer nada.
La ciudad se ve media deteriorada, y mucha gente en citación de calle, da mucha lastima sobre todo cuando son mayores.
Hoy caminamos rodeando el río es de calles angostas y serpenteantes, todo en subida, no tanto como en Toledo, pero si hay que subir bastante.
No quería dejar de contarles que por fin entraremos en la Alhambra.
Finalmente visitamos la Alambra, llegamos hasta su entrada por autobús, ya que sabíamos que teníamos que caminar mucho dentro.
Comenzamos a ver jardines hermosos, y tan bien cuidados, zonas de solo rosas, caminos de pinos altísimos.
Caminamos en bajada hacia el Palacio de Carlos V, construido en 1527 un patio, descomunal, muy bien conservado. Datos que encuentro ya en el resumen de estas cartas, así que si por error lo menciono anteriormente, puede que estuviera equivocada.
Y luego vimos una fila bien larga, para entrar a otro sector, pero no teníamos bien claro si nuestra entrada seria para eso, así que paramos a un guardia y el nos explico que podíamos entrar a casi todo menos a los Palacios Nazaríes, lo cual nos quedaba el Alcázar y El Generalife.
Subimos a torres sobre el Alcázar, que se llama la torre de la Vela 1238-1273, desde hay la vista es impresionante, ver el resto de la ciudad de Granada bien a los pies de estas edificaciones.
Es muy impresionante los acueductos que construyeron para llevar el agua del río Darro hasta los castillos y poder abastecer a tantas personas como vivían en la Medina, o sea la ciudad.
Acabamos observar, una excursión de invidentes, que maravilla que puedan disfrutar en parte como nosotros, para ellos hay unos postes indicativos, donde marcando un numero se escucha las explicaciones por auriculares, y para ellos tienen en braille la numeración correspondiente. Los vimos como disfrutaban del perfume de las flores, con ayuda de su guía, como también con el tacto en apreciar las superficies como paredes y demás.
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