Segovia y Salamanca 2017

Acueducto romano

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Bueno queridos todos, con tantas cosas pasando como las complicaciones de salud de Chesa, el huracán que nos tenía con el Jesús en la boca, no he tenido ánimo para escribir carta. Hoy ya aprontando las maletas para salir mañana hacia Valladolid, les quiero hacer un pequeño pantallazo o mejor dicho solo contarles que hemos conocido dos ciudades Segovia y ahora Salamanca, que te dejan sin palabras, bueno muy diferentes, y diferentes turistas también. 

Segovia con su acueducto esa obra descomunal, donde miras esas piedras sin cemento entre ellas, solo sostenidas por su peso y forma, te pones a pensar en que hemos avanzado como humanidad? Y luego la gente segoviana de una simpatía tremenda que lo pudimos apreciar al conversar con los jubilados en la plaza, todo una historia aparte.
Luego Valladolid totalmente otro deslumbre esta vez el hecho de que por acá pasaron tantos miles de millones estudiantes, ver dónde estudiaban, recoger los salones de esa universidad. Por otro lado la cantidad de jóvenes y el haber llegado en fiestas patronales, ha hecho que nos agobie la cantidad de personas, que no podías ni sacar fotos ya que no daban oportunidad. Muchas música y bailes regionales, a lo mismo que en Segovia, fue el broche inesperado.
También debo mencionar que me reencontré con un querido amigo de mi época en NY, el cual hacia 25 o 30 años que no nos veíamos, el que nos ha invitado a volver que tiene una casa vacía y en su piso de tres dormitorios también nos podríamos alojar, así que ya quedó otra cita para un futuro viaje.
Bueno ya siendo las once de la noche y me está entrando el sueño, me despido y deseo que todos estén bien.

Otros detalles de Segovia fue que asistimos a bailes regionales, con grupos que venían de otros lugares, fue muy lindo, y la charla con los jubiladas fue muy curiosa. Nos sentamos en unos bancos a descansar de tanto andar, y como siempre es Carlos el que le gusta iniciar conversación, y esta vez con cuatro amigos jubilados y esperaban que llegara la empleada de uno de ellos, que lo deja un rato con sus amigos y luego lo viene a buscar, y así comenzó al irse su amigo, comentaban que gracias a la señora chilena que se consiguió, ellos le llamaban la novia, pero luego vimos que era solo por molestar al amigo, y nos comentaban que si no fuera por ella el estaría muerto, que gracias a cariño que ella le daba, y que lo saca a pasear, le da bien de comer. Pues así seguimos con estos graciosos señores, uno de ellos nos contaba que el tiene campos cerca, pero ahora no ve esta casi ciego, y yo lo jorobaba diciéndole que yo era rubia y muy linda, pues así fue la jarana que se armo, y uno se pone a pensar que linda vida tiene estos jubilados en pueblos chicos, y la camaradería que se forman. Lo mas curioso fue que al ir a la parada para tomar el bus hacia la estación a tomar el tren para  Salamanca, nos saludo uno de estos señores, que estaba ya en otro banco, y nos reconoció tan simpático despidiéndonos.
También conocimos el Alcázar que teníamos tantas ganas, nuevamente con entrada reducida por la edad, y algo increíble ver esa mole, aunque con las palabras de Juanjo es de mentira, ya que fue reconstruido debido a un incendio, ahora es el Archivo del Ejercito, con los que he tenido contacto.
Esa mañana fue cuando pudimos encontrarnos con mi amigo Juanjo, que en fin de semana había ido donde una parienta enferma, así que de la universidad donde enseña se vino en una corrida, nos tomamos un café y luego lo acompañamos de camino de regreso, y así conversábamos un poco mas, imposible de ponernos al día de tantos años, pero ya quedamos que nos veríamos de nuevo.

En Slamanca recorrimos una cantidad, el hotel muy lindo y centrico, tambien lo elegimos por estar al lado de un parque, La Huerta de los Jesuitas, muy antiguo y muy lindo, en las noches tambien habia mucha gente, o cominando o sentados a la luz de algun farol.
La Universidad si palabras, recorrimos cada salon, y para nuestro asombro unos dia despues en el paraninfo, estuvo el Rey, asi que es emocionante poder ver que uno estouvo en ese edificio, y ver que todavia se usa como universidad, claro algunos salones estan solo de exivicion.
Aca tambien presenciamos bailes regionales aunque no tan bien organizados como los de Segovia, y no habia donde sentarse, era como mas informal, la gente iba y venia en diferentes actividades. En esa misma plaza estuvimos antes de irnos, observando a los jubilados, reunirse, y nos da un poco de envida, ya que parece tan agradable para ellos tener lugares asi, pero bueno cada uno con lo que tiene.

Universidad de Salamanca

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