viernes, 13 de octubre de 2017

Rumbo a Zaragoza 2016

Rumbo a Zaragoza 

Dejamos Blanes luego de ver el amaneces desde el balcón y contemplar a los madrugadores como nosotros, que bajaban para tomar fotos más de cerca, a ese sol tan enorme y anaranjado, que me recordaba al sol de Rocha que es por donde dicen que sale el sol en el paisito, así que después de desayunar, salimos con tiempo despacio por la rambla, hacia la parada en la plaza Catalunya.
Tomamos un autobús con un recorrido de 10mm hasta la estación de tren, de esa hacia Barcelona Sants, un recorrido de casi dos horas, claro que preguntamos mil veces, ya que no mostraba el recorrido total, solo te dice el destino y la parada siguiente. Subió muchísima gente que de cada 10 solo 3 hablan castellano, seguimos viendo rusos, africanos, orientales, ingleses, hasta que finalmente alguien que nos explicó con detalle, y nos calmamos, claro que íbamos con tiempo de perdernos mil veces, como todo lo nuestro con calma, bueno las corridas me hacen mal para mí azúcar y a Carlos le sube la presión.
Llegamos muy bien y era bien fácil llegar a la puerta de nuestro tren, que mundo de gente esa estación, pero varios puestos de informe, eso lo sé porque Carlos pregunto en tres, hasta donde estaba el baño, pero con valijas no es bueno subir o bajar una escalera equivocada.
Luego de tomar un café y contemplar las diferentes nacionalidades, y la cantidad de personas con muchas maletas, como que llegan del avión.
El paisaje es muy lindo con montañas y yo disfrutando de música típica de España. La velocidad del tren en este momento es de 296 km por hora.
No les conté que el hotel había muchísimos turistas rusos, excursiones grupos bien numerosos, en las noches había un show un día y los otros días músicas bailables, anoche estuvimos viendo a un grupo de rusos bailando música americana, lo cual era lindo ver que somos todos iguales, el baile unía a las personas, también bailaban música hispana de diferentes géneros, con habilidad.
Ahora veremos qué nos depara Zaragoza, y luego Barcelona, que me va a gustar encontrarme con Diego Sotuyo el ahijado de papa y mama, el menor de los varones, de esa familia que fueron tan parte de la nuestra, y también con una Rebollo de San José, que todavía no hemos encontrado el parentesco, pero estoy segura que un día lo encontraremos, nos conocemos hace varios años por el FB, y también es amiga de Vilma Rebollo, gracias a la genealogía. Su parte Rebollo viene de una Lucía Rebollo que no estaba casada, y por lo tanto sus hijos los anotaba Rebollo y no figuraba sus padres ni el padre de la criatura, por eso es que no hemos encontrado la conexión aún, bueno a disfrutar del paisaje.

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