Salimos a la última caminata de la noche y en busca de un helado, pero había un viento bastante frío, por lo que cambiamos por un café, muy rico y aprovecho Carlos para charlar un poco con las meseras.
Pasamos por la panadería y compramos una flauta para el café de la mañana que el hotel te trae hasta la habitación.
Seguimos la caminata esta vez por el bulevar para tomar la rambla, que no hemos recorrido mucho aún, cuando Carlos divisó una pequeña embarcación que había rota las amarras y se golpeaba con fuerza contra las rocas en la parte antes de la playa. Para cuándo llegamos frente el bote, ya se había juntado unas cuantas personas. Carlos ya estaba dando explicaciones a las personas que se acercaban sin saber de que se trataba, pero como el ya era todo un conocedor de los hechos.
En unos cuantos minutos más llego la policía, y al rato más apareció una lancha de rescate, que uno de sus hombres se tiró al agua y nado para llegar al bote y amarrarlo. Pues lástima que no llevábamos la cámara, porque hubiera sido una linda foto.
Así que el paseo continuo con los comentarios de la gente, que ya querían saber de quien era el bote, y fue cuando nos alejamos, para seguir por esa rambla tan antigua y tna hermosa, tantas fotos que he visto pero ninguna supera la realidad
por mas fotos visitar : San Sebastián
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