viernes, 13 de octubre de 2017

Barcelona dia con Diego


 

Ayer domingo nos vino a buscar Diego el ahijado de mama y nos llevó a pasear por todos lados, charlamos mucho de los tiempos en que íbamos a Floresta, en la amistad de las dos familias y con las otras que también seguimos la amistad como los Llugain, los valores que nos han inculcado, y el gran amor que mama le tenía y lo mismo a él que se emocionaba al contarme la última vez que la vio. Yo siento que cosechó lo que han sembrado mama y papa, no es mérito mío, me pasó con Julito y ahora con Diego, lindo.
Anoche al llegar al hotel teníamos que justificar el hotel, para atravesar la baya policial, estaba por comenzar los juegos de los diablillos, que son carros con formas de dragones y demás, que tiran petardos y luces de bengala, acompañados de músicos estilo batucada. También fue interesante ver los trajes anti fuegos que tenían y tapados la cabeza. En realidad, los fuegos eran una cuadra más abajo, tenían que atravesar una puerta que se abría de tanto en tanto y dejaba pasar a un grupo de 30 o 40 personas que ya se habían tomado toda la cerveza posible y habían tocado los tambores a todo dar, era como si entrarán en calor y la efervescencia de los equipos subía. Estuvieron un rato parados ya que lluvia, hasta que bajamos de nuevo a contemplar los preparativos, como se acomodaban los trajes, con sacos y guantes para los que estarían más expuestos a los fuegos. Nosotros ya habíamos visto vídeos de esto si alguien le gusta saber más lo puede buscar.

Hoy nos levantamos pensando que teníamos un día más y para hacer que ya nos queremos ir a casa, bajamos a desayunar y Carlos le dice al chico de la recepción, que quería un taxi para mañana 26 y ella dice no mañana 27 y nosotros no tarada mañana 26 pero no ella tenía razón, salimos como flecha a desayunar y regresar para en una hora y media bañarnos y salir como bala.
Bueno nos hizo mal el desayuno a los dos a pesar que Carlos repetía tenemos tiempo. Bueno gracias a que somos organizados, no había más que guardar la ropa del último día y recoger los petates. Llego el taxi que era un tipo súper simpático casado con una Argentina y charlo a mil por hora al tiempo que excedía todos los límites de velocidad, y nos mostraba a sus hijos y los lugares en Marruecos a los que había ido, en fin, mis nervios estaban al tope, pero llegamos en 30mm con sobrado tiempo.
Así son las ultimas experiencia en Barcelona.

Mercado museo arqueológico

Por mas fotos visitar : Barcelona España 2016

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