lunes, 16 de octubre de 2017

Ansiosos por partir de Bayona 2014

Ispoure

En cuanto el viaje en general todo ha sido una experiencia muy positiva que ya te dan ganas de planear próximo, no tiene precio el viajar, conocer lugares nuevos y gente nueva, ver como las personas se movilizan, es admirable los que comienzan el camino a Santiago, que me gustaría hacer un tramo aunque sea.
La experiencia de estar en los lugares donde estuvieron todas esas personas que he descubierto y están como en un rompecabezas que ahora toma sentido. Visitando Ispoure, pensaba en los genes de las dos abuelas, Elisa sobre todo a Oliva no la conocí, pero de ver sus fotos, como de Herculano, pensaba que se entiende esa estampa tan recia, de gente luchadora, gente que viene de las montañas, que me imagino se precisa un temple especial. Al subir hasta el lugar donde esta la Iglesia, y haber venido caminando desde la casa, imaginaba lo que pasaron para llegar a bautizar a sus hijos, fue una sensación muy especial, lo mismo sentí en Vitoria y Segura.
Para mi todos esos nombres no eran nombres solamente, eran vidas, sufrí con sus hijos fallecidos, reuní a las familias con toda mi paciencia, con nada de preparación para esa labor, pero si un gusto enorme por esos que vinieron antes, y que gracias a ellos estoy acá, emigraron buscando que sus generaciones venideras no pasaran lo que ellos.
Claro que nada he hecho sola, ni este viaje, que he tenido gente que han seguido todo el viaje y han dado ánimo para seguir mi sueño, y lo mismo ha pasado con la investigación, que desde la tía Coca Alonso, cuando visito NY y me explicó lo que era un arbol genealógico, y como era nuestro parentesco, hasta mama y papa con sus memorias prodigiosas.

Rumbo a San Juan de Luz




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