lunes, 28 de octubre de 2024

Londres 2024

 


De camino a Londres

Todo salía como lo planeamos, el taxi llego a tiempo, la subida al avión, sin problemas, luego que Pablo, mi hijo nos ayudara con el check in, ya que no lográramos hacerlo nosotros.
El inconveniente llegó cuando ya en diminuto asiento, anunciaron que no podían despegar por causa del tiempo, ya sabíamos que llovía.
En el vuelo, compartimos asiento con madre e hija de Lituania, muy simpática la hija, vinieron por primera vez a USA, y les encanto Tampa. Tambien le encanto a la hija Carlos, y así me lo comento, que era muy guapo, no se lo tome en cuenta ya que yo soy la que vivo con el jaja.
La comida fue muy poco agradable, primero que no sirven comida para diabéticos, y luego que lo que pidió Carlos, pasta, dice que era muy sin gusto.
Pero luego de que el vuelo se atrasara dos horas, llegamos con el tiempo muchas justo para cambiar al vuelo a Frankfurt, para lo cual tuvimos que caminar micho, era interminable el recorrido, y tuvimos que pasar por seguridad nuevamente y por control de pasaporte, pero lo logramos.
Este vuelo de una hora, fue mas llevadero y yo dormí, bueno hasta que un chico que estaba a mi lado, dejo caer una botella de agua en mi pecho, lo cual creí que se caia el avío, es que la azafata le alcanzó agua y el la dejo caer, si si en mi pecho, no tengo idea como fue la maniobra.


Llegada a Londres

Al bajar seguimos las indicaciones que ya conocíamos, primero a comprar la tarjeta Oysters y depositar dinero para movilizarnos, tomamos el underground Picadilli, hasta la parada Earl’s Cort,. Tuvimos dificultades para encontrar la calle del hotel, nos dieron diferentes indicaciones y tuvimos que regrear al punto de salida del tren.

Dia primero

Algo que nos sorprendió a los dos fue como me daban el asiento en los trenes y en el autobús, algo que no era si en los años que vivi en NY, claro que ahora tengo mis canas, que deben hacer peso, pero fue algo muy grato de vivir.
El primer día salimos rumbo al Parlamento y Elizabeth tower, con un cielo muy nublado por nubes obscuras y daban la clara pauta de que compensaría a llover, lo cual sucedió. Llegamos a tiempo a nuestra zona, como para ya muertos de cansados, nos decidiéramos a comprar comida, en lo que creímos era un lugar económico, pero no nos resulto, ya que pedimos demasiadas comidas, pero bueno no habíamos previsto donde comer y el cansancio fue mal consejero.



Dia dos

Con una llovizna persistente, salimos rumbo al Palacio, allá nos acercamos a las rejas, con una multitud de turista, para ver que hoy no había cambio de guardia, pero igual así observamos lo majestuoso de dicho palacio, y sus alrededores. Caminamos travez de un parque hermoso, claro siempre bajo llovizna , luego tomamos un bus, de doble piso, y disfrutamos de la vista en un corto trayecto.
Y que puedo decir del museo, es algo descomunal y con la audio guía, y a pesar del cansancio caminamos e intentamos visitar cada sala y disfrutar tanto arte y tanta cultura.



Ultimo día

El día comenzó con una planeación de lo que haríamos, y como llevaríamos. Ya quería llegar a conocer los jardines y el palacio donde vivió la Princesa Diana. Palacio Kensington, así que tomamos un bus, y nos dirigimos hacia ahí, a pesar del día nublado, y de las inseguridades de Carlos, que le parece que nos vamos a perder.


Al llegar a el se le ocurrió comprar una entrada y conocerlo, que te dan un audio guía en español, por lo que fue algo muy emocionante conocer de las historias de las muchas reinas que nacieron en tal palacio y ver sus trajes, dormitorios joyas en fin algo muy recomendable.
También conocimos el jardín favorito de Diana y el memorial que ahí hay.
Al salir caminamos rodeando parte de este parque maravilloso y el pulmón de Londres, Hyde Park, y preguntando nos dijeron que bus tomar. Así fue que llegamos sin dificultades hasta el Museo de Historia Natural.
En ese trayecto conocimos un barrio muy elegante, vimos la casa del comediante Benny Hill, pero lo que nos sorprendió de sobre manera fue el Museo Victoria and Albert, algo que nos dejaba muy atónitos de lo que había, arte tanto textil, como sacro, cada rincón que por cierto no dio para recorrer todo, solo algo de la entrada. Yo no tenia idea de este museo y entre porque me llamo la tensión el edificio y la cantidad de personas que entraban.
Luego de esa para inesperada seguimos hasta nuestro objetivo, el gran y impresionante Museo de Historia Natural.
Otra joya de museo, y todos gratis, c9mo debería ser en todas partes del mundo, promover la cultura y el arte. De este mundo recorrimos casi todo, ya que sabíamos lo que nos esperaba y no podríamos perder ni un rincón, aunque estuviéramos muertos de cansancio.
Curiosidades del hotel, este hotel se logro un comentario duro aunque espero constructivo para los encargados, el ascensor no podia transportar mas de una persona, ya que se trancaba y no habría las puertas, lo cual fue una experiencia muy desagradable, y como si fuera poco, me perdieron un gel para conservar mi insulina fría.
Tomadas de trenes y buses en el sentido contrario, esto fue una constante en todo el viaje, ya que nos volvió a pasar en Praga, como verán más adelante.
Londres nos encantó y volvería varias veces, por todo lo que nos quedo sin apreciar, como el cambio de guardia, y muchos lugares mas, así que quedará en la lista.






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